5 habilidades que aprenden los niños cuando viajan

Cuando hice un viaje largo y muy lejos de mi hogar, crecí muchísimo como persona. Aprendí sobre otras culturas y sobre lo poco que se puede necesitar para ser feliz. Aprendí sobre el poder de una sonrisa y a ser paciente. Aprendí a probarlo todo y a escuchar antes de juzgar. Creo que también aprendí a ahorrar y a cuidar mi cartera. Perdí la vergüenza y disfruté hasta de una simple brisa en un día caluroso. Y finalmente y lo más importante a mi parecer, aprendí a valorar lo que tengo y a poner a mi familia por sobre todo.
A raíz de esto, creo que todo viaje es un aprendizaje, y por lo mismo para los niños, este tipo de experiencias en el momento de la vida en que más información absorben, puede ser aún más enriquecedora.
¿Quieres saber la razón? Entonces pon mucha atención a estas 5 habilidades que aprenden los niños cuando viajan, y que los hacen más propensos al éxito:

1. Aprenden a adaptarse y ampliar su zona de confort:

Los padres trabajan para hacer que la vida de sus hijos sea algo segura y predecible. Todo gira en torno a la escuela, la clase de baile o fútbol. Volver a casa, hacer tareas y ver televisión.
Sin embargo cuando se viaja, toda esa rutina desaparece. Las familias se encuentran con desafíos mayores, como son los retrasos en los vuelos, niños perdidos, sin dejar de mencionar las barreras del idioma. Todas, molestias e inconvenientes que ayudan a los niños a aprender sobre el compromiso y la adaptación. Y bueno, que a largo plazo los convierte en adultos con mucha confianza en sí mismos, y por consiguiente, exitosos.

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2. Ellos aprenden a confiar y a depender de otros:

Los líderes exitosos entienden que no pueden manejar un negocio por sí mismos. Tienen que confiar y depender de otros para avanzar y seguir creciendo.
Los niños cuando viajan por su parte, aprenden a confiar en ciertas personas: otros padres, maestros o entrenadores. Además de tener que confiar en personas desconocidas, como podría ser el conductor de un taxi, para conseguir una dirección o llegar hasta cierto lugar. Estas interacciones con gente desconocida, pero bondadosa, enseña a los niños a no temer a todo.

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3. Ellos aprenden a buscar similitudes en lugar de diferencias:

Los niños por lo general, notan diferencias y cosas fuera de lo común de forma rápida y eficiente. La exposición a nuevos entornos por el contrario, inspira a la gente a buscar las cosas que le son familiares, y esto, genera conexiones con otros, ayuda a comprenderlos mejor y a aceptar sus diferencias.
Un ejemplo sería visitar China. Los clásicos dibujos animados muestran a los niños de ese país como campesinos recolectando arroz. Sin embargo, si un niño occidental visita realmente el país, descubrirá que sus pares usan bluejeans y que van a McDonalds, al igual que él. 

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4. Ellos aprenden la importancia de escuchar:

Las personas exitosas son buenas oyentes, porque saben que no son las únicas que tienen buenas ideas.
Teniendo esto en consideración, los niños prestan más atención a la información en situaciones desconocidas. Esta, es una de las razones por las que viajar es tan beneficioso para el aprendizaje. Los niños escuchan de manera integral y poniendo atención. Este tipo de escucha, forma parte del pensamiento crítico.

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5. Ellos aprenden que “la normalidad” es un término relativo:

Al ver diferentes lugares y aprender de primera mano sobre las diferentes normas culturales, se ofrece respuestas y una comprensión más profunda de algunos de los “por qué” que los niños tienen. Esta comprensión ayuda a los niños a relacionarse con diferentes tipos de personas y a sentirse más cómodos en situaciones desconocidas.
Tras leer esto, ¿crees que es bueno que los niños viajen?