10 sept 2015
Vivir en una habitación sin Salir
Hikikomori es un término de origen japonés que se puede traducir al castellano como "reclusión" o "confinamiento".
Quienes padecen esta enfermedad, mayoritariamente varones adolescentes o jóvenes, se aislan de la sociedad que les rodea para vivir como modernos ermitaños que no salen de su habitación.
Habitualmente pegados a una pantalla, ya sea del ordenador, la videoconsola, la televisión o un gadget que les ofrece acceso a Internet, negándose a ir a la escuela o al trabajo durante meses o incluso años.
Apenas se relacionan, excepto con otros hikikomori, y normalmente de manera virtual. En muchos casos alteran los ritmos diarios: duermen de día, comen por la tarde y se pasan la noche conectados a Internet, jugando con videojuegos, leyendo cómics o viendo la televisión.
Se calcula que en el país nipón este problema podría afectar a un millón de personas, lo que ha llevado al Ministerio de Salud japonés a abrir un centro de rehabilitación especializado en tratar la enfermedad.
Se estima que hasta un millón de jóvenes japoneses permanecen encerrados en sus casas, algunas veces durante décadas.
Caso de Hikikomori
Para Hide, los problemas surgieron cuando abandonó el colegio.
"Empecé a culparme, y mis padres también me responsabilizaron por no acudir a clase. Comenzó a crecer la presión", cuenta.
"Entonces, gradualmente, comencé a tenerle miedo a salir y a temer conocer a gente. Fue entonces cuando ya no pude salir de mi casa".
Poco a poco, Hide fue renunciando a todo tipo de comunicación con sus amigos y, eventualmente, sus padres. Para evitar verlos, dormía durante el día y se sentaba toda la noche a ver la televisión.
"Tuve todo tipo de emociones negativas", explica. "El deseo de salir, la rabia hacia la sociedad y a mis padres, tristeza por estar en esta condición, temor sobre lo que podría pasar en el futuro y envidia a las personas que llevaban una vida normal".
"Empecé a culparme, y mis padres también me responsabilizaron por no acudir a clase. Comenzó a crecer la presión", cuenta.
"Entonces, gradualmente, comencé a tenerle miedo a salir y a temer conocer a gente. Fue entonces cuando ya no pude salir de mi casa".
Poco a poco, Hide fue renunciando a todo tipo de comunicación con sus amigos y, eventualmente, sus padres. Para evitar verlos, dormía durante el día y se sentaba toda la noche a ver la televisión.
"Tuve todo tipo de emociones negativas", explica. "El deseo de salir, la rabia hacia la sociedad y a mis padres, tristeza por estar en esta condición, temor sobre lo que podría pasar en el futuro y envidia a las personas que llevaban una vida normal".
Violentos, paranoicos, depresivos
"En sus mentes están atormentados" "Quieren salir al mundo, quieren hacer amigos y tener novias (o novios), pero no pueden".
Pero, ¿por qué se aíslan?
Lo que lleva a un chico a retirarse en su cuarto puede ser comparativamente leve -por ejemplo, notas bajas o corazón roto- pero el autoaislamiento puede convertirse en una fuente de trauma. Y poderosas fuerzas sociales pueden conspirar para mantenerlo allí.
Una de esas fuerzas es sekentei, la reputación de una persona en la comunidad y la presión que él o ella siente para impresionar a otros. Mientras más tiempo pasa un hikikomori aislado de la sociedad, más consciente está de su fracaso social.
Ellos pierden cualquier autoestima y confianza que hayan tenido, y la perspectiva de dejar la casa se convierte en algo aún más aterrador.
Los padres también son conscientes de su estatus social, por lo que esperan meses antes de buscar ayuda profesional.
Una de esas fuerzas es sekentei, la reputación de una persona en la comunidad y la presión que él o ella siente para impresionar a otros. Mientras más tiempo pasa un hikikomori aislado de la sociedad, más consciente está de su fracaso social.
Ellos pierden cualquier autoestima y confianza que hayan tenido, y la perspectiva de dejar la casa se convierte en algo aún más aterrador.
Los padres también son conscientes de su estatus social, por lo que esperan meses antes de buscar ayuda profesional.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario